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Ataviada de negro estaba
pero muy bien arreglada,
porque ella esperaba
a su alma enamorada
que no contestaba llamada
para morir a besos enamorada
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A ella la conocí, una noche de noviembre
quise hacerle plática
y no me dijo su nombre
ya que todos la conocen
por muchos sobrenombres
¡Oh. cándido e incauto hombre!
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Llevaba mucho tiempo esperando
y mucho crédito en su celular llamando,
pero el alma que se llevaría jalando
se había perdido en un bar "chupando"
Descuida -dije- algunos hombres tomando
solo la tumba se van ganando.
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Ella me miró y sonrió de buena gana
por mis ocurrencias que mi boca emana,
pero al teléfono volvió rauda y galana
para ver un mensaje que el le mandaba
diciendo que a la cita se encaminaba
que la esperara si ella no estaba amuinada
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La flaca con descontento
reparó en que la miraba expuesto
y armandome de cualquier pretexto
le dije muy muy atento
que no se enojara tan presto
que no se enojara tan presto
que asi son a veces algunos "pretensos"*
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Y al ver que este cuate no llegaba
pensó que los huesos de este poeta embonaban
para la carroza que ella manejaba.
y me dijo que llendo al mas allá
si el camino cerca no me quedaba.
que ella un posible "raid" me daba
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Quizás hubiera aceptado
pero a mi mujer no le hubiera gustado
porque si se enteraba sin haberla avisado
se hubiera fieramente neurotizado
de la casa me hubiera sacado
y con el perro me hubiera "jeteado".
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Al fin de cuentas ella accedió
pero su visita al fin llegó.
agarró su guadaña y a su alma galana besó
y en los confines obscuros de Polanco se perdió.
Al llegar a mi casa este poeta tributo rindió
a la bella Catrina que por un pelito a la cita
tarde llegó."
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(Derechos reservados ® Jorge Fax 2013)
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