miércoles, 8 de mayo de 2013

He oído de ti... (1 de 3)

 
"Hola... 
Disculpa que te escriba esto, pero he escuchado mucho de ti. No quise perder la oportunidad de decirte que es fascinante todo lo que comentan de ti. La manera en que cautivas a la gente con tu manera de ser tan vivaz, tan cándida, tan tuya. 
¿Sabes? desde que te conozco, siempre he deseado saber todo de ti. No es que apenas me haya dado cuenta, sino que es poco común estar cerca de alguien que es digno de bendiciones. Alguien que con solo verlo dé ternura. 
Y si me lo permites decirtelo, tu eres esa persona. Siempre quise decirtelo, es mas... si no abuso de exagerar Te diré que desde que cierta noche que me enteré, que habias llegado a estos lugares de Dios deseaba hacerlo. 
Nunca pude. No me dejaban entrar... Y fué una mañana, que por fin pude verte, con tus ojos cerrados... tan blanco como el azucar glass. Con cierto aroma que a la fecha ansío tener todo momento antes de irme a dormir, y saber que la vida puede ser dulce. Que nada podrá suceder y llegar solo para abrazarte y estar a tu lado. 
¿Me he explayado demasiado? Debo pedirte una disculpa entonces, pero no puedo hacerlo. Hay algo que no me permite olvidarte, una comezón interactiva que me vuelve a acordarme de tus ojos, de tu voz jovial, de tus manos blancas y con cierto lunar que me encanta ver, de tu cabello... Pero mas de tus encantadoras tropelías, de tus berrinches y de la manera que enamoras a la gente siendo tu. 
Ayer me enteré que te gusta mucho ver la tele, los coches y el arroz tanto como a mi. Eso me fascinó que deseaba correr a tu lado. Debo confesarte que al cargarte me llenas de una infinita dicha, es algo fuera de este mundo... algo que me dice que Dios esta en tu mirada. De esas veces que duermo tan plácidamente que es muchisimo mejor que un diazepan con té de jazmín. Algo que solo quien saber a que me refiero puede constatarlo. 
Pero no estas conmigo... Hay bastante por hacer. Ganar adeptos estúpidos de gente que ni siquiera vale la pena acordarse. Debo disculparme por decirte esto. No deberias saber que la vida esta dividida en dos: en buena vida y en .... la otra. Me encantará darme a conocer contigo. 
Que en verdad pueda ganarme ese puesto que por varios años parece avanzar como lo hago yo. 
Que me digas esa palabra a mi y no a gente que nada tiene que ver con su significado. Esa vez lo supe y creeme, es como la muerte en pagos chiquitos. Saberlo me descuartizó el alma en pequeñas piezas de dolor. 
Hoy te ví nuevamente... Y sé que nadie espera que lo haga o quizás si. Como sea, se llevarán la sorpresa de saberme de regreso. solo deseaba que supieras que mientras duermes tranquilo y los angeles te guardan en dulces sueños, yo me acuerdo de ti. Cada noche, abrazando tu cobija que alguna vez dejaste olvidada en mi casa. Soñandote cada momento. Esperando que el sol nos caliente a ambos en algún paseo. 
Hoy escuché de ti y me hiciste saber que Dios existe en ti... 
Dulces sueños mi principe lejano. Pronto nos volveremos a ver... 
¡Que Dios te bendiga por el simple hecho de hacerme el hombre mas feliz, siendo feliz tambien con quienes tienen la dicha de estar a tu lado."
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