Ruy Alfonso Franco
Es extraño, entraste como cuchillo en agua helada y lo curioso es que queda tu estela de recuerdo, pero no la herida...
A veces como que evocas también esta agua mansa que soy y vuelves con tu destello de cálido acero a hendirme sin proponértelo, supongo. Por eso me pregunto, ¿quedó en tu piel siquiera un par de gotas mías de existencia lerda?
Y mira por dónde, extraño tu rostro, tu sonrisa, tu voz. Pero no deberías dejarme colgado de recuerdos: dime cómo renovar tu imagen.
Ora que tampoco importa mucho esto que ahora lees, será como siempre: notas bobas de un loco en decadencia, jejeje.
4 comentarios:
Ni tan loco ni tan trastocado. Asi son las cosas, aunque nos hieran los amores, siempre evocamos los buenos recuerdos y hacemos atras los malos
A veces cuando parece que ya los dejamos atrás resurgen hasta que nos duele algo nuevamente ¿será el orgullo?
un abrazo y un besito
adri
Cierto, al final sólo evocamos lo mejor de aquello...
Un abrazo lloviznado, ¡jajajaja!
QUE BELLO... XINGAO!!
Como para prenderle una veladora.
y lo mejor de esta dolencia es que te recordara igualmente en donde este..
y el dolor se compartira.
yo se que si.
muy buen escrito doliente!
un largo y fuerte abrazo!!
Gracias mi poeta amigo, vaya que entiendes muy bien de esto.
Un abrazo transoceánico.
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