"Toqué la puerta de tus confines
para pasar disfrazado de camarero
y me abriste las alas a tu mundo
un mundo lleno de colores en tu piel morena.
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No podía creer que las hadas fueran así,
tan solícitas, tan dulces, tan tiernas...
Yo sólo las conocí de vista,
jamás de tacto y alma...
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Llovió café en tus dominios
Y el horizonte de tu sonrisa, me saludó
¡Qué bello nació la noche en ti!
Y sólo sé que me hechizó tu mirada.
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Verte así, escucharte así, mirarte así...
me hizo agua la boca... me diste mucha sed,
y me abandoné desde los pies hasta el delirio de tu cuello.
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Mi lengua tomó vida propia al saborearte,
al encontrarte exquisita en tus valles canela...
Virreyes callaron... reyes no hallaron explicación
ante el sabor de tu rosal húmedo e incitante.
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Toqué el timbre de tus secretos febrilmente
como añorando escuchar el sonido de tu sabor.
lo percibí al arquearte, al verte sonreír extasiada.
Y solo bebí y bebí de tu vuelo profundo.
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Mis dedos no se cansaban de recorrer camino,
mis manos temblaban de ansiedad por mas de ti
y al sentirte tan dentro... me extravié por completo,
que quise seguir degustando tu espalda nuevamente.
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Era un vuelo breve, pero me hiciste retomar altitud,
al escucharte ansiosa y agitada... (¡Oh esa sonrisa!).
No pude más que mojarte de mi pasión
en esa sublime planicie canela.
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Ya tienes mi mas entregada y líquida poesía en tus alas,
pero con desfortuna hay que regresar al camino
mas sonríes de nuevo y me besas (¡Oh de nuevo sonríes!).
esperando regresar a tus confines canela para escribirte nuevamente."
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